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Felicitas tiene discapacidad intelectual y gracias a sus amigos pudo competir en las olimpiadas de CUBA

by ralsadmin

Felicitas Deza Marín, una adolescente de 14 años, nació con microcefalia y tiene una discapacidad intelectual que se traduce en un retraso madurativo general. «Le cuesta hablar correctamente y comprender algunas cuestiones más complejas, pero tiene muy claro qué es lo que quiere y, lo que quiere, lo consigue», asegura su mamá, Josefina D Émpaire de Deza Marín.

Esta vez, les dijo a sus papás, que deseaba participar en las tradicionales Olimpíadas del Club Universitario de Buenos Aires (C.U.B.A.) -en la sede de Villa de Mayo- unas competencias deportivas en la que todos los veranos alrededor de 400 niños y jóvenes (entre ellos los hermanos de Feli) agrupados en distintos equipos, disfrutan durante varios días de ingeniosos juegos y competencias y se divierten mientras forjan valores y amistades.

Frente al entusiasmo y la ilusión de Feli, sus papás no dudaron en anotarla. Lo que esta joven vivió durante unos pocos días junto a su equipo de olimpiadas conmovió a su familia y marcó una experiencia que difícilmente olvidarán.

«Es difícil encontrar palabras para describir lo que significa para una madre y para un padre ver a un hijo inmensamente feliz. En esas ocasiones surge una profunda necesidad de compartir casi con el mundo entero, un sentimiento que en verdad nos desborda». Así comenzaba el testimonio que Josefina y Agustín Deza Marín se animaron a difundir entre la comunidad de su club a través de las redes sociales.

Enseguida su mensaje se viralizó entre los miembros de este club de más de 22.000 socios que este año cumple 100 años y que cuenta con un programa especial de inclusión para todos sus integrantes con discapacidad.

El sábado 17 de febrero a las 8 de la mañana, esta adolescente de amplia sonrisa, descendía de un colectivo con su equipo «2 Rosa», bajo una bandera que aseguraba «la amistad gana campeonatos». Portaba en su espalda un número 2 que debajo decía «FELICIDAD», apodo que se ganó gracias a su contagiosa alegría. Para su familia este apodo fue un «presagio» de lo que vivirían.

«En estos 14 años Feli ha vivido experiencias sumamente lindas y divertidas. En su casa es imposible aburrirse y en su colegio menos aún. Sin embargo, sabemos que sentirse parte de un equipo y ser aceptado por otros, más aún cuando apenas nos conocen, a todos nos hace bien. Pero les aseguro que para Felicitas, como para tantos niños y jóvenes que corren su misma suerte y condición y para quienes la evidencia de su discapacidad ha sido un obstáculo en tantas otras ocasiones, es algo invalorable», revelaron sus padres.

Feli jugó al fútbol, al hockey, corrió postas y una carrera de 100 metros, bailó, saltó, se divirtió, puso en juego su fuerza en la cinchada, disfrutó de la carrera de perro-cucha y actuó en el clásico jingle (canción y baile grupal que arma cada equipo). «Llevará por meses y con mucho orgullo, su pulsera azul en el brazo, como una muestra de haber estado en las Olimpíadas de su club que le recordará una y otra vez, que pudo estar ahí. Pero no sólo eso sino que fue parte de un equipo, de un grupo de chicos de distintas edades que la recibió con inmenso cariño, que la alentó, que respetó su ritmo y sus tiempos, teniendo que resignar por momentos la búsqueda del primer lugar de un modo conmovedor», explicaron.

«Sin dudar, podemos decir que por mucho tiempo resonará en su corazón y en el nuestro, aquel grito apasionado de sus compañeros de equipo que una y otra vez le aseguraron «Vamos Feli , vos podés». Un grito que llega al alma, eleva la autoestima de una manera inestimable y produce una felicidad infinita que se manifiesta en una sonrisa que habla por sí misma.?Por todo ello, no podemos más que darle las gracias a los chicos del equipo Rosa por su actitud. A todos y cada uno, pero en especial a sus directores y capitanes por marcar caminos; a sus padres, por sembrar en ellos valores de humildad y de grandeza, esos valores que no se explican, se viven y se ponen en juego cuando llega el momento; a CUBA por hacer posible y generar estos encuentros hace tantos años. A los organizadores que donan su tiempo para que una cantidad enorme de chicos puedan disfrutar de estos tres días de deporte, juegos, esfuerzo y alegría.»

Finalmente concluyeron: «Porque a veces simplemente de esto se trata la inclusión: de compartir, de ponerse en el lugar del otro, de no juzgar, de valorar lo que a uno le fue dado, de mirarse a los ojos, de darse la mano, de abrazarse, de ofrecer ayuda y recibirla. De poner los talentos al servicio de los demás. En fin, de compartir el camino de la vida con lo que a cada uno le fue regalado. Porque en esos encuentros crecemos todos y nos hacemos mejores personas. Claro que la amistad gana campeonatos. No lo duden. Por muchos más campeonatos ganados como éste».

Sobre CUBA Inclusivo

Es un programa que lleva adelante el Club C.U.B.A., con el apoyo de la asociación civil A.D.E.E.I., basado en la convicción de que la inclusión de sus socios y asociadas con discapacidad enriquece a todos.

Alentados por las frecuentes y positivas experiencias inclusivas que en diferentes deportes y actividades se vienen dando dentro del Club (rugby, fútbol, taekwon-do, etc), C.U.B.A. comenzó a trabajar para identificar y disminuir las barreras que dificultan la participación de socios con discapacidad en los deportes, actividades sociales y culturales, para generar contextos más interactivos, colaborativos e inclusivos.

Uno de los casos más destacados y conocidos públicamente es el de los hermanos Matías y Gonzalo Viacava, ambos rugbiers de C.U.B.A., con síndrome de down e integrantes de los Pumpas XV, un equipo de mixed ability rugby donde participan personas con discapacidad intelectual y facilitadores (entre los cuales se encuentra su hermano Santiago) y que el año pasado llegó a ganar el campeonato mundial de rugby adaptado disputado en España.

La Comisión Directiva de C.U.B.A. explica que «constituir al Club en una institución inclusiva configura además de la garantía de acceso a las propuestas deportivas, culturales y sociales para todos sus asociados, un verdadero beneficio para toda la comunidad; y a la vez, es coherente con los principios que sustentan las acciones del Club y los valores que promueve desde su fundación hasta la actualidad.»

Desde A.D.E.E.I. destacaron que este tipo de iniciativas en instituciones de tanta relevancia y prestigio como C.U.B.A. se convierten en tendencias multiplicadoras y de vanguardia para la sociedad en su conjunto.

Más información

http://www.cuba.org.ar/cuba-inclusivo

 

Fuente: La Nación

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